Parlamento Andino entrega a ex Presidenta Michelle Bachelet la condecoración Simón Bolívar

20 abril, 2024

Este sábado el Parlamento Andino distinguió a la ex Presidenta de la República y ex Alta Comisionada de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, haciéndole entrega de la condecoración Simón Bolívar.

En una ceremonia que tuvo lugar en la Sala de Sesiones de la Cámara de Diputadas y Diputados del ex Congreso Nacional, el vicepresidente por Chile del Parlamento Andino, el diputado Alexis Sepúlveda (Partido Radical), impulsor del reconocimiento, manifestó el “honor” y el “orgullo” de contar con la presencia de la ex Mandataria, destacando que fue en noviembre de 2015 -durante su segundo mandato- que se concretó el ingreso de los parlamentarios nacionales a esta instancia.

Entre los motivos para distinguir a la ex Presidenta, el vicepresidente del Parlamento Andino señaló que se encuentran “las convicciones, el trabajo desarrollado por la ex Presidenta en los ámbitos de integración y su fuerte compromiso. Muchas veces hablamos de integración, pero pocos esfuerzos realizamos por ella”.

Estos motivos “nos han llevado al convencimiento de que para Chile, esta distinción, la más importante del Parlamento Andino, correspondía a quien hoy día es nuestra galardonada”, sostuvo el parlamentario.

El diputado, quien propuso el nombre de la ex Presidenta para recibir la condecoración, destacó que “toda la delegación chilena estuvo de acuerdo en esta distinción para poder consensuar una posición única de Chile”. Dicha delegación es integrada por el diputado Boris Barrera (PC), el senador Manuel José Osandón (RN), el senador Sergio Gahona (UDI) y el senador Fidel Espinosa (PS).

Asimismo, planteó que entre los desafíos para la integración se encuentra que “Chile hoy día integra el Parlamento Andino, pero no integra la CAN (Comunidad Andina de Naciones). Este es un tema de mayor profundidad en integración. Nos falta ese paso, sin duda, y lo hemos planteado tanto a la presidenta de la Cámara de Diputados como al presidente del Senado y al canciller”.

“Es un planteamiento que además viene en un pronunciamiento del Parlamento Andino. Esperamos que Chile, el Gobierno, pueda ir dando los primeros pasos de un camino que es largo y complejo, sin duda, pero que Europa nos ha demostrado que es posible. La integración o la relación de nuestros países se limitaba a los aspectos comerciales, nos demostró que ese era el único espacio en el cual nos podíamos vincular. Pero creo que los últimos fenómenos que hemos visto, cómo el crimen organizado y su globalización, nos ha hecho entender que la integración es necesaria y que abarca muchos más aspectos de los meramente comerciales o de intercambio”, agregó.

En ese sentido, señaló que “estos desafíos, los aspectos culturales, el trabajo que ha desarrollado y que desarrolla la Biblioteca del Congreso en su vinculación con distintos parlamentos del mundo, y por cierto con el Parlamento Andino, nos dice que no solamente podemos limitarnos a los aspectos comerciales, sino que tenemos que profundizar esa ruta”.

Por su parte, la ex Presidenta Michelle Bachelet, tras ser condecorada declaró que “Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Chile, se han unido para construir un mejor futuro para todos y todas. Y justamente eso es lo que motiva al Parlamento Andino, el bienestar de la ciudadanía. Lo que se busca es lograr la integración latinoamericana comenzando por la integración de la subregión andina”.

Asimismo expresó que “creo que es muy positivo que la experiencia en materia legislativa de Chile pueda ser un aporte también en la armonización legislativa, en la implementación de modelos de participación ciudadana y a la hora de regionalizar ciertas políticas públicas que han sido exitosas. Todo esto permite fortalecer la integración andina y la competitividad de nuestra región frente a otros bloques regionales. Para mí, la interacción regional siempre ha sido clave para los avances de Latinoamérica”.

De acuerdo a lo observado por la ex Jefa de Estado, “hay muchas cosas en la región y en la subregión que podemos hacer y que van en beneficio de todos nuestros compatriotas. Para mí es clave la integración regional. Como Mandataria, entendía que el mundo se divide en bloques en los que negocian las regiones, y por lo mismo un bloque regional en sintonía nos permitiría tener ventajas políticas y económicas en la sociedad global”.

“Somos chiquitos comparados con gigantes de otros lados, pero si unimos nuestra voz, nuestra voz va a ser potente, poderosa y va a ser escuchada. Si hablamos cada uno por separado, nadie nos va a escuchar, nadie va a incluir nuestras necesidades en los planteamientos globales. Por eso es que siempre abogué por instrumentos múltiples y diversos en pos de la integración regional como una necesidad estratégica, política y económica”, sostuvo.

De cara a los desafíos para profundizar la integración de América Latina, la ex Presidenta manifestó que “soy relativamente optimista. Es decir, creo que hay muchas condiciones para que pudiéramos avanzar en esa dirección. Tanto la digitalización como las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades porque lo que nos permite es superar barreras físicas y económicas. Podemos integrarnos de manera diferente fomentando una mayor colaboración en la educación, el comercio y la cultura”.

En esa misma línea, abordó lo que calificó como “los desafíos más brutales y también a algunas oportunidades” que el Parlamento Andino ha llevado adelante de manera “ejemplar”.

En primer lugar, destacó dos iniciativas del Parlamento Andino: Los Parlamentos Andinos Juveniles y Universitarios “para fomentar una actitud propositiva y participativa de los y las jóvenes en política, a través de espacios de discusión, reflexión y debate. Así como preparándolos para que tengan prácticas democráticas, pluralistas y de integración como mecanismo de resolución de conflictos por medios no violentos bajo sólidos principios éticos de igualdad, solidaridad, justicia y paz. Instancias como esas son sumamente importantes para educar a las y los jóvenes e incentivarlos a hacer la política de una forma positiva para sus comunidades”.

En segundo lugar, destacó que “la red andina de universidades acreditadas que se creó en 2022, en la que ya participan 24 instituciones de educación superior para fomentar la educación de calidad en nuestra región y para facilitar la homologación de títulos”.

Por otra parte, se refirió a los desafíos en seguridad y prevención del delito, afirmando que “la seguridad sin duda que es un derecho humano, por lo que nuestros gobiernos deben garantizar la seguridad de las personas”.

En relación con esto, planteó que “es una temática que no podemos enfrentar cada uno por separado, porque son problemas transnacionales. El crimen organizado es transnacional y, por lo tanto, tenemos no sólo que fortalecer nuestras capacidades de cada país para resolver este tema: justicia penal bien financiada, una policía fuerte, una capacidad de inteligencia alta, policía bien equipada (…) también necesitamos armonización de nuestras legislaciones”.

Sobre eso último, indicó que “ese es un elemento que a nivel del Parlamento Andino y Latinoamérica tenemos que mirarlo. De repente hay criterios de la justicia de un país y de otro que hace muy difícil poder combatir algo que es transnacional. Hay que mirar cómo vemos que nuestras legislaciones se puedan armonizar para que podamos responder como un todo, porque no basta con decir somos un bloque. Si no tenemos armonización va a ser muy difícil lograr resultados”.

Además, apuntó que “es importante enfrentar este problema: La confianza y solidaridad entre las naciones, especialmente para enfrentar el crimen organizado que está presente en diferentes países. Y esto también se vincula a algo que a mí me preocupa mucho, que es la debilidad de las democracias en la región, así como el ascenso de grupos de extrema derecha y del populismo”.

“Creo que ofrecer soluciones rápidas a temas complejos sólo socavará y erosionará las democracias ya frágiles, y corremos el riesgo de poner en peligro los derechos humanos que en distintos momentos de nuestra historia regional ya han sido vulnerados. Creo que tenemos una responsabilidad colectiva de mejorar la gobernabilidad y aumentar la participación política efectiva para todos y todas, especialmente para los grupos que han estado históricamente excluidos o que enfrentan barreras políticas, culturales o socioeconómicas”, profundizó la ex Presidenta.

Al respecto, precisó que “cuando hablo de la debilidad de las democracias no es como un sentimiento que tengo. No sé si han tenido ocasión, probablemente sí, de ver las encuestas de Latinobarómetro. La cantidad de personas que creen que la democracia es esencial ha ido disminuyendo a lo largo de los años. Y muchos jóvenes dicen que, más que una democracia sea indispensable, pueden preferir incluso un gobierno autoritario que sea eficiente. Y esto nos convoca a pensar que las democracias tienen que ser relevantes, tienen que ser eficientes, tienen que producir los resultados que los ciudadanos necesitan. Porque de lo contrario, ¿por qué van a declarar que la democracia es un mejor sistema que un autoritario?”.

A lo anterior, añadió que “tenemos ahí desafíos muy importantes, donde estoy segura que el Parlamento Andino jugará un rol muy importante en esto. La integración de nuestra región debe ser inclusiva, garantizando que nadie se quede atrás. Como decía el obispo sudafricano Desmond Tutu, -al que siempre lo copio pero le doy los créditos- soy una prisionera o rehén de la esperanza”.

“Creo que hay una posibilidad de un futuro para una América Latina más unida, con políticas comunes que reflejen nuestros valores compartidos y objetivos comunes, y que debemos privilegiar nuestras coincidencias y promover la articulación en aquellos temas donde podamos complementarnos. Que aprovechemos nuestra rica diversidad cultural, nuestras economías emergentes, para buscar soluciones a los problemas que hoy enfrentamos. El camino sin duda no será fácil, porque la integración y la cooperación sólo serán posibles si existe un verdadero deseo de trabajar juntos, superando las desconfianzas históricas y las legítimas diferencias políticas. Y creo que se puede hacer por un bien superior, una mejor vida para nuestras y nuestros compatriotas”, concluyó.

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