El senador Rojo Edwards, presidente del Grupo Interparlamentario Chile–Estados Unidos y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores, cuestionó duramente la organización de la cumbre internacional “Democracia Siempre”, que reunirá el próximo 21 de julio en Santiago a varios presidentes de izquierda de América Latina y Europa.
“La política exterior chilena se ha vuelto una aventura ideológica sin rumbo. Mientras Estados Unidos —nuestro principal socio comercial— reacciona con aranceles al cobre chileno, el Presidente Boric convoca en Chile a mandatarios que representan modelos autoritarios, democracias degradadas o proyectos populistas con serias tensiones internas. Es una provocación innecesaria que puede salirle muy cara a nuestro país”, advirtió el senador.
La cumbre, que según lo reportado por El Mercurio fue organizada en secreto desde septiembre, incluirá a líderes como Lula da Silva (Brasil), Pedro Sánchez (España), Gustavo Petro (Colombia) y Yamandú Orsi (Uruguay), además del Presidente Boric. Desde el Gobierno se afirma que los temas serán el fortalecimiento de la democracia, la lucha contra la desinformación y la reducción de desigualdades.
Para Edwards, esos objetivos son contradictorios con la trayectoria de varios de los asistentes. “¿Democracia? ¿Multilateralismo? ¿Contra la desinformación? ¿Con Petro, Lula y compañía? Chile no puede seguir enviando señales tan ambiguas a sus aliados históricos. Esta cumbre no representa al país, representa una agenda personal y desconectada de las urgencias reales de los chilenos”, sentenció.
El parlamentario también criticó el momento político elegido para la cumbre: “Justo antes de la Asamblea General de la ONU y pocos días después de que EE.UU. fijara aranceles que afectan nuestra economía, Boric da señales confusas y elige aislarse aún más. En vez de fortalecer lazos estratégicos, insiste en ahondar divisiones con el mundo libre”.
Finalmente, el senador Rojo Edwards llamó al Gobierno a recuperar una diplomacia madura, seria y orientada al bienestar nacional: “No se trata de ideología, se trata de responsabilidad. Chile no puede seguir pagando los costos. El país necesita inversiones, certezas y alianzas estables, no más gestos simbólicos que sólo agradan al Frente Amplio y al Partido Comunista”.
