Natalia Romero y Sergio Bobadilla propusieron que las propiedades habitacionales cuenten, al menos, con pasamanos o barras de seguridad, asideros en los baños y una ducha de pie.
Los diputados de la Bancada UDI, Natalia Romero y Sergio Bobadilla, llamaron al Gobierno y al Congreso a otorgarle máxima celeridad a un proyecto de ley que ingresaron a mediados del año pasado, pero que la semana pasada comenzó a discutirse en la Cámara Baja, y que tiene como objetivo establecer que todas las viviendas nuevas -independiente de su fuente de financiamiento- sean construidas con accesibilidad universal para los adultos mayores y personas con discapacidad.
Al respecto, los parlamentarios explicaron que decidieron presentar dicha iniciativa no sólo por el envejecimiento que actualmente experimenta la población, sino que también por el mayor número de personas con discapacidad o movilidad reducida. En ese sentido, Romero y Bobadilla hicieron hincapié en un estudio de la Organización Mundial de la Salud, que arrojó que anualmente se producen más de 37 millones de caídas, siendo los mayores de 65 años quienes encabezan el listado.
Por lo mismo, y considerando las adaptaciones que muchas familias deben realizar tanto en el interior como en el exterior de sus hogares, los integrantes de la Bancada UDI decidieron presentar un proyecto para que las viviendas nuevas cuenten, al menos, con asideros en los baños, pasamanos o barras de seguridad dentro de las casas y una ducha que pueda estar acondicionada para ellos.
“Todos tenemos algún familiar, amigo o conocido que se ha visto en la obligación de modificar su hogar para adaptarlo a las necesidades de alguna persona con discapacidad o movilidad reducida. Y al mismo tiempo, la gran mayoría conoce a algún adulto mayor que ha sufrido un accidente dentro de su casa, justamente porque las condiciones no son las más óptimas. Por lo tanto, es evidente que desde ya tenemos que legislar para evitar que se produzca este tipo de escenarios, y nos parece que la mejor manera -en un comienzo- es que las viviendas nuevas que se construyan ya vengan con todos estos elementos, como pasamanos o duchas accesibles”, manifestaron ambos parlamentarios.
En esa línea, los diputados Romero y Bobadilla apuntaron también al cumplimiento de la “Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores”, ratificada y promulgada por Chile, y que no sólo establece que todos los adultos mayores “tienen derecho a una vivienda digna y adecuada”, sino que también ordena a los países estudiar “la necesidad de construir o adaptar soluciones habitacionales con el fin de que sean adecuadas y accesibles para las personas con discapacidad y con impedimentos relacionados con su movilidad”.
Por lo mismo, y ante la preocupación que algunos sectores manifestaron respecto al impacto que dicho proyecto podría tener en el costo final de las propiedades nuevas, los legisladores de la UDI aseguraron que los elementos que se proponen “no son un lujo, sino que una necesidad básica”.
“Lo que uno esperaría es que no tuviera que existir un proyecto de esta naturaleza para que las viviendas nuevas ya estén siendo construidas con criterios de accesibilidad universal”, reafirmaron.
