El futuro no está en consumir menos datos, sino en procesarlos de forma más eficiente

24 junio, 2025

Para 2030 la IA impulsará un aumento del 160% en la demanda energética global. ¿Cómo evolucionan los centros de datos para enfrentar este desafío sin comprometer la sostenibilidad?

La Inteligencia Artificial (IA) ha dejado de ser una tecnología emergente para convertirse en un factor crucial en la evolución de diversas industrias. Desde chatbots hasta sistemas predictivos en salud y finanzas, su adopción masiva está redefiniendo sectores completos. Sin embargo, este auge conlleva a un mayor desafío: el aumento exponencial en la demanda de procesamiento de datos, lo que lleva a los data centers al límite de su capacidad energética y operativa.

Con 5.560 millones de usuarios de internet (y en aumento), la rápida adopción de la tecnología de IA impulsa el consumo energético a niveles sin precedentes. Se espera que la capacidad de cómputo de la IA se duplique aproximadamente cada 100 días, lo que impulsará un aumento anual del 26% al 36% en el consumo energético global vinculado a la IA en los próximos años

Y es que según Goldman Sachs Research, para 2030 la demanda de energía impulsada por la IA crecerá un 160%. Google, por su parte, informó que entre 2019 y 2023 sus emisiones de carbono aumentaron un 48% debido al entrenamiento de modelos avanzados como Gemini. Además, cada consulta realizada a un sistema de IA como ChatGPT consume 10 veces más energía que una búsqueda tradicional en Google.

Al respecto, Marta Sánchez, vicepresidente de la Unidad de Negocio de Secure Power y Datacenter para SAM en Schneider Electric, destaca que “la IA llegó para quedarse y lo hace a un ritmo acelerado. Su capacidad de procesamiento en línea permite analizar escenarios futuros y mejorar la eficiencia operativa. El desafío ahora es dotar a los centros de datos con tecnologías energéticas eficientes y sostenibles”.

Infraestructura para maximizar el uso de la IA

Uno de los principales beneficios de la IA en los centros de datos es su capacidad para anticipar fallas y reducir el tiempo de inactividad. A través de sensores y software integrado como EcoStruxure (de Schneider Electric) se monitorean los equipos en tiempo real y los algoritmos predictivos pueden anticipar problemas críticos, evitando interrupciones costosas.

“Antes, apagar un sistema de refrigeración para mantenimiento representaba un riesgo. Hoy, la IA nos indica exactamente cuándo hacerlo sin afectar la operación”, explica Marta Sánchez. A pesar de su alta demanda energética, la IA es clave para mejorar la eficiencia en los data centers y otros sectores industriales. Mediante algoritmos avanzados es posible reducir el consumo energético global, minimizar costos y disminuir el impacto ambiental.

Tendencias en data centers e IA hacia el futuro

Según una encuesta de Statista Market Insights, se prevé que el mercado mundial de centros de datos crezca un 30% y supere los 430.000 millones de dólares para 2028. Particularmente en Chile se espera que el país tenga un crecimiento proyectado con capacidad de carga de TI cercano al 9,7% anual hasta 2029, lo que demandará unos 480,9 MW para el mismo año. Actualmente cuenta con 33 centros de datos operativos y 34 en desarrollo.

El auge del streaming, el cloud gaming y la IA impulsan inversiones en infraestructura digital. “El futuro no está en consumir menos datos, sino en procesarlos de forma más eficiente. La tecnología ya existe; ahora depende de las empresas adoptarla. Chile necesita data centers más eficientes y con tecnología de punta para no quedarse atrás en la carrera digital”, advierte Sánchez.

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