Estudio de la USS propone acciones para fortalecer el trabajo de las familias de acogida en Chile

16 abril, 2019
  • Iniciativa, que pone el foco en los sistemas de cuidado alternativo en Chile, tiene como objetivo promover a las familias de acogida como medio de cuidado alternativo en el marco de la nueva institucionalidad del Servicio Nacional de Protección Especializada.

En Chile existen, actualmente, cerca de 18.448 niños que se encuentran atendidos en alguna modalidad de cuidado alternativo, representando un 10,4% del total de niños atendidos en el área de protección. De estos, un 58,6%, equivalente a 10.815 niños distribuidos a lo largo del país, se encuentran ingresados en algún tipo de centro residencial, ya sea de administración directa del Servicio Nacional de Menores (Sename) o bien administrado por algún organismo colaborador; y, por su parte, un 41,4%, es decir, 7.633 niños, niñas y adolescentes se encuentran ingresados en el sistema de acogimiento familiar. Cifras categóricas que forman parte de un estudio realizado por el Centro de Derecho Público y Sociedad (Publicuss) de la Facultad de Derecho y Gobierno de la Universidad San Sebastián el cual tiene como finalidad promover a las familias de acogida en Chile en el marco de la nueva institucionalidad del Servicio Nacional de Protección Especializada.

Entre las propuestas de acción destacan: Fortalecer los sistemas de prevención, que consiste en prevenir la separación familiar, entregando apoyo y acompañamiento a aquellas familias que se encuentran en riesgo; Fortalecer Programas de Familias de Acogida, a saber, contar con modalidades de acogimiento según las características, necesidades y finalidades adecuada para cada niño; Cambio en los sistemas de residencias, garantizando que los cuidadores en acogimiento residencial apoyen el derecho de los niños a participar en las decisiones que les afectan; Financiamiento, inspección, monitoreo del sistema de protección, el cual consiste en un sistema de basado en componentes fijos, disminuyendo la variabilidad, que a juicio del director de Publicuss, Arturo Squella Ovalle, sería sustancialmente beneficioso; “ya que permitiría a los proveedores planificar de manera más certera la asignación de recursos, proyectando inversiones, mejoras, contrataciones”.

Consultado por el foco del estudio, Arturo Squella expresó que, “el cuidado alternativo es abordado en diferentes países de distintas formas, dependiendo del sistema de protección que existe, las políticas y las leyes que definen las prácticas y la inversión financiera de los gobiernos. Hay evidencia de éxitos y fracasos en los diferentes sistemas, por lo que es de suma importancia observar y analizar estas experiencias y prácticas, para pensar con cautela los próximos pasos que se deben dar, para avanzar hacia un sistema de protección que funcione mejor en Chile”.

El abogado agregó también que “lo importante es no quedar atrapados en una discusión sobre qué tipo de cuidado es mejor, sino más bien, pensar en cómo podemos trabajar con las necesidades de todos los distintos perfiles de que existen en Chile y que requieren de un servicio de cuidado alternativo. En este sentido, este estudio, busca ser un aporte a la discusión a la literatura que en Chile es muy poca y desconocida, aun cuando se trata de una iniciativa de alto impacto social y que viene a complementar el trabajo que realizan las instituciones del Estado en favor de la infancia”.

¿Qué son las familias de acogida?

De acuerdo a lo que establece en su sitio web el Sename las familias de acogida tienen como objetivo brindar protección, afecto y atención especializada para reparar el daño de los niños y niñas de 0 a 6 años, y de sus hermanos, que por decisión judicial hayan sido removidos de su familia de origen debido a que sufrieron vulneraciones como abandono, violencia sexual u otras formas de maltrato físico y/o psicológico. A diferencia de la adopción, se les reubica transitoriamente en un entorno familiar alternativo que garantice su protección, mientras se restablece su derecho a vivir en una familia definitiva.

Las familias de acogida resguardan, particularmente en bebés y niñas o niños pequeños, las necesidades emocionales de cariño y sentimientos de apego, fundamentales para un desarrollo sano.

El niño o niña continúa viviendo dentro una familia y desarrolla un mayor sentido de pertenencia, satisfaciendo sus necesidades básicas y el derecho a vivir, descansar y jugar, en un ambiente sano y feliz.

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