SAG declara a Isla de Pascua como primera área mundial libre de enfermedades apícolas

26 abril, 2024

Las abejas de Rapa Nui, tanto silvestres como en cautiverio, están libres de los cuatro principales patógenos que causan el 60% de las muertes de colmenas en el mundo. Este territorio chileno, aislado durante más de 150 años, podría ser una de las últimas reservas de sanidad para estos fundamentales polinizadores.

Desde su introducción alrededor del año 1850 por sacerdotes en la Isla de Pascua, las abejas han jugado un papel crucial en la polinización de cultivos como mangos, piñas, plátanos, guayabas y flores silvestres. A nivel global, existen actualmente cerca de 20 mil especies de abejas, que son las principales responsables de la polinización. Sin embargo, su población enfrenta serios desafíos que se profundizan con la presencia de enfermedades, amenazando su supervivencia y, por ende, la de los cultivos que dependen de ellas. Se estima que el 75% de los principales cultivos alimentarios del mundo requieren de la zoopolinización para su producción.

En respuesta a estos desafíos, desde 2019 hasta 2023, el Servicio Agrícola y Ganadero implementó un plan de vigilancia apícola en la provincia de Isla de Pascua. Este esfuerzo ha dado frutos positivos, confirmándose la ausencia en la región de cuatro enfermedades apícolas: varroasis, acarapisosis, loque europea y loque americana. Gracias a estas medidas, Isla de Pascua se ha declarado por el SAG como zona libre de estas enfermedades, lo que representa un importante avance en la protección de las abejas y la biodiversidad de la isla.

“Hoy marca un hito para los apicultores y apicultoras de la región, ya que con orgullo entregamos esta certificación que declara a nuestra zona libre de las enfermedades apícolas más devastadoras a nivel mundial. Además, quiero resaltar las medidas que estamos implementando para preservar la sanidad de nuestras abejas. Nuestro compromiso es continuar protegiendo este estatus sanitario, asegurando que nuestra apicultura no solo sea sostenible, sino también única en el mundo”, destacó José Guajardo Reyes, director nacional del SAG.

Para Elba Hey, apicultora de la isla y representante de los agricultores locales, esta certificación representa un avance significativo para la región. “Estamos felices y agradecidos por esta declaración; nuestras abejas son las más sanas del mundo. Estar libres de enfermedades también nos permite evitar el uso de pesticidas. Así, nuestra miel, además de ser la más sana del mundo, conserva todas sus propiedades naturales», menciona Elba.

Conservando el estatus

Tras la resolución, y con el objetivo de mantener el estatus sanitario, el SAG continuará trabajando en un plan de vigilancia en la Isla de Pascua. Estas medidas incluyen inspecciones anuales completas, asegurando que cada año se revise un porcentaje de las 319 colmenas de la isla, lo cual actualmente abarca a 52 apiarios y 32 apicultores y apicultoras.

El director nacional del SAG, quien además es médico veterinario, destacó que: “la condición de sanidad les permite convertirse en una reserva biológica y, potencialmente, en un centro de exportación de reinas y material genético sano a nivel internacional. Esta situación no solo protege nuestro patrimonio apícola local, sino que también posiciona a la Rapa Nui como un líder en prácticas de apicultura sostenible y responsable a nivel global”, afirmó.

Durante su visita a la isla, la máxima autoridad del servicio firmó un convenio de colaboración con el alcalde de la comuna, Pedro Edmunds Paoa. Como parte del acuerdo, el alcalde se comprometió a destinar fondos del presupuesto municipal para la compra de una máquina de rayos X destinada al control de pasajeros/as al ingreso a la isla.

Además, este año se ha establecido por primera vez en Rapa Nui la Brigada Canina del SAG. Este nuevo equipo, que se desempeña con canes y guías en el control de productos de origen vegetal y animal en los puntos de ingreso al territorio insular, es un paso importante para fortalecer la protección fito y zoosanitaria de esta zona tan valiosa, permitiendo una vigilancia más efectiva y sistemática contra posibles amenazas a la biodiversidad local.

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