Estudio Ipsos: Chilenos son menos tolerantes a las enfermedades mentales de lo que declaran

15 octubre, 2019

Un estudio global desarrollado por Ipsos muestra que, si bien el 85% cree que se deben promover actitudes más tolerantes, solo el 50% cree que una enfermedad mental es equivalente a una física.


Solo uno de cada cuatro (26%) chilenos cree que el sistema de salud prioriza la salud mental en la misma medida que la salud física, a pesar de que nueve de 10 personas (88%) dice que los dos son igualmente importantes. Así da cuenta una nueva encuesta mundial sobre salud Salud Mental realizada por Ipsos y el Instituto de Políticas del King’s College de Londres.

La encuesta también revela que si bien en Chile un 73% considera una señal de fortaleza acudir a un profesional de salud mental y un 85% está de acuerdo en promover actitudes más tolerantes hacia quienes tienen alguna enfermedad mental, solo el 50% considera que estas son iguales que una enfermedad de tipo físico.

Karla Zamora, Gerente Observatorio de Tendencias, cree que “la desestigmatización de los problemas de salud mental es el gran desafío para Chile. Aún hay conductas y comportamientos intolerantes; por ejemplo, es mal visto estar o ser depresivo, es mal visto tener una licencia reiterada por temas de salud mental, o ir al psiquiatra o incluso psicólogo como parte de una terapia continua, las isapres rechazan las licencias continuas por este tipo de enfermedad vs una enfermedad física. Pero la buena noticia, es que la mayoría de los chilenos creen que el gasto en salud no es una pérdida de dinero y cada vez se están atreviendo más a enfrentarse a su diagnóstico, por eso lo perciben como un acto de fortaleza acudir a un psiquiatra o psicólogo.
Sabemos que en Chile aún nos queda mucho por avanzar en salud mental, hoy el gasto país es bajísimo comparado con países de la OCDE y no sobrepasa el 2,2%. Eso puede explicar por qué en Chile sólo 20% de quienes requieren atención en salud de mental la logran obtener, con las nefastas consecuencias que implica para muchos no tenerla”.

Es decir, hay una brecha en la tolerancia declarada y la manera de entender estas patologías. En Gran Bretaña y Suecia, por ejemplo, el 76% y 74% de los encuestados respectivamente considera que ambos tipos de enfermedades son equivalentes. En el otro extremo de la tabla, en Japón, solo un 41% está de acuerdo con esa afirmación. De esta forma, Chile aparece mucho más cerca de los países intolerantes que los tolerantes.

Otro dato que confirma la menor tolerancia de los chilenos es que el 38% de chilenos considera que una persona con un historial de enfermedades de salud mental debe ser excluida del servicio público. En países más tolerantes como Suecia el 70% está en desacuerdo y entre los más intolerantes aparecen varios latinoamericanos como Perú (48%) y México (44%).
No obstante, los chilenos coinciden como la mayoría en todos los países encuestados, que la salud mental y física son igualmente importantes. Y cuando se trata de actitudes hacia un mayor gasto en servicios de salud mental, ocho de cada diez chilenos (84%) no están de acuerdo en que un mayor gasto en servicios de salud mental sea una pérdida de dinero.

“Los chilenos le están tomando mayor peso a las enfermedades de salud mental situándolas a un mismo nivel de importancia que las enfermedades físicas y eso es un gran avance para nuestra sociedad, incluso para el diagnóstico precoz. Sin embargo, pareciera que el sistema de salud no va a la velocidad de los cambios de la sociedad y los chilenos perciben que el sistema se quedó atrás en temas de salud mental”.

Todavía falta camino por recorrer para igualar la cancha en términos de enfermedad mental vs física, y poder comprender que ambas tienen un efecto nocivo en el ser humano, que incluso pueden llevar a la muerte, mientras no desestigmaticemos este tipo de enfermedades no podremos avanzar en la dirección correcta. Sin duda, la salud mental tiene que estar presente en la agenda de los gobiernos tanto en su prevención como su tratamiento, brindando la tranquilidad para el enfermo para su recuperación porque ya la cifra de suicidios es muy alta en Chile para seguir creciendo (1800 suicidios al año según la Subsecretaría de Salud Pública)”, agrega Karla Zamora.
Los hallazgos se basan en una encuesta de más de 20,000 personas en 29 países entre el 23 de agosto y el 6 de septiembre de 2019, a través del sistema de panel en línea Ipsos. El estudio completo se puede ver acá.

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