7.326 integrantes del Ejército confirmaron su deber con Chile este 9 y 10 de julio, en las distintas unidades del país, tal como lo hicieron los 77 soldados en la gesta heroica de La Concepción.
El acto central de Juramento a la Bandera se realizó este 9 de julio, en la Escuela Militar, encabezado por el Presidente de la República, Sebastián Piñera E., acompañado por el Ministro de Defensa Nacional, Baldo Prokurica P. y el Comandante en Jefe del Ejército, General Ricardo Martínez Menanteau, y en el cual los soldados sellaron su compromiso con la Patria.
En total, a nivel nacional jurarán a la Bandera en todo el país 7.326 soldados, de ellos, 6.237 hombres y 1.089 mujeres -307 oficiales, 1.130 suboficiales, 792 alumnos, 801 soldados de tropa profesional y 4.296 soldados conscriptos-, en un acto que recuerda a los 77 soldados de la gesta heroica de La Concepción, ocurrida hace 139 años. Cabe señalar que en esta fecha se conmemora también el Día Nacional de la Bandera, símbolo que fue adoptado oficialmente el 18 de octubre de 1817.
Previamente al Juramento, y ante los representantes de los poderes del Estado, el Presidente de la República junto al Comandante en Jefe hicieron entrega de la Medalla al Valor y el Diploma de Ascenso póstumo a la familia del Suboficial Luis Monares Castillo, fallecido en la tragedia de Antuco en el año 2005, para reconocer su destacada acción de compañerismo y mantener con vida a su camarada, ex soldado conscripto Luis Ricardo Peña Astudillo.
Acto seguido, Juraron a la Bandera en el Patio Alpatacal de la Escuela Militar, oficiales y suboficiales recientemente destinados a su primera unidad, alumnos de la Escuela Militar y Escuela de Suboficiales y Soldados Conscriptos del Regimiento de Policía Militar N°1 “Santiago”.
En la ocasión, el Comandante de la Guarnición Ejército Región Metropolitana, General de División Cristóbal de la Cerda R., destacó el compromiso de todos quienes cada año se incorporan al Ejército y efectúan este acto, que rememora el legado de honor de 77 héroes del Combate de La Concepción, “el hecho de armas más heroico de nuestra historia militar. Cuatro oficiales, siete suboficiales y sesenta y seis soldados, se sobrepusieron a los naturales sentimientos de supervivencia, por una decisión superior de honor y respeto a su compromiso con la Patria que habían realizado frente a su estandarte”, sostuvo, al tiempo que recordó que “aquí están 81 efectivos preparados para hacerlo. Son una pequeña, pero
significativa parte de las 1.089 mujeres y 6.237 hombres que hoy juran en sus cuarteles a lo largo de todo Chile. Cada uno proveniente de las más diversas condiciones, familias, lugares y experiencias, pero con un presente común, querer servir a la Patria a través del Ejército”.
Por lo mismo, resaltó que “las especiales condiciones en que se encuentra el país y el mundo impidieron que este acto solemne, se realizara en los tradicionales espacios públicos y con la presencia ciudadana y de los familiares y amigos de los juramentados, pero no será la primera ni última vez que deban renunciar a lo que deseaban, pero así se forma el temple que requiere nuestro espíritu de sacrificio”.
Cerró sus palabras enfatizando en que “es oportuno reiterar el compromiso de cada uno de los integrantes del Ejército, por hacerse cada vez más merecedor de la confianza de los ciudadanos, de su reconocimiento, de su valoración y, también de su cuidado, porque el Ejército de Chile no es patrimonio exclusivo de los militares, es de todos los chilenos”.
Con posterioridad, y tras las descargas de reglamento por parte del Regimiento Escolta Presidencial N°1 “Granaderos”, se efectuó una invocación oración evangélica y bendición católica, que dieron paso a un saludo del Presidente de la República a los juramentados.
En el acto de compromiso con Chile, los soldados de la Patria ofrendan su vida para custodiar la Bandera Nacional, teniendo como testigo a Dios. “Servir fielmente a la Patria hasta rendir la vida si fuese necesario”, son las palabras que resumen la esencia del juramento que éstos jóvenes chilenos realizan ante Dios y la Bandera.
El primer Juramento a la Bandera se realizó en la ciudad de Talca, en 1818, donde se proclamó la Independencia, por parte del General Bernardo O’Higgins Riquelme y las fuerzas patriotas. Desde entonces y oficializado por Decreto Supremo de 1914, los soldados se comprometen, cada 9 y 10 de julio, alzando su mano derecha hacia el Estandarte de Combate, a servir a Chile, tal como lo hicieran los 77 soldados de La Concepción.
El juramento lo realizan oficiales y suboficiales cuando son destinados a su primera unidad, los alumnos de las escuelas matrices, los soldados de tropa profesional y soldados conscriptos, simbolizando el compromiso más noble que puede hacer un soldado, dar su vida en defensa de la patria.
