En duros términos reaccionaron el jefe de bancada de los diputados UDI, Guillermo Ramírez, junto a los miembros de la comisión de Salud, Marta Bravo y Daniel Lilayú, a las declaraciones de la ministra del Interior, Carolina Tohá, quien calificó de un “error” el no haber contactado a la Clínica Las Condes en caso del lactante fallecido en San Antonio por enfermedades respiratorias.
Los legisladores calificaron de “inaceptables las explicaciones para la familia del menor que las autoridades de gobierno hablen de error, cuando por una negligencia inexcusable su hijo haya muerto por la incapacidad de los encargados de velar por la salud de la población”.
“Estas declaraciones son vergonzosas y demuestran la falta de autocrítica y una forma poco honesta de defender lo indefendible”, aseguraron Ramírez, Bravo y Lilayú.
Sin ir más lejos, los parlamentarios indicaron que en cualquier democracia consolidada “la muerte de un lactante por una negligencia de esta naturaleza, le cuesta el puesto a las máximas autoridades de salud. Pero en Chile se enciende la responsabilidad escindiéndola en un error».
Finalmente, Ramírez, Bravo y Lilayú pidieron decir “las cosas como son. Hubo una muerte por negligencia y ésto lo debe asumir el Presidente Boric, que el fin de semana habla de que la rebeldía puede ser parte del gobierno. Y lo que le pedimos es que esa rebeldía la destine a salvar vidas y no a defender lo indefendible”.
