- En los últimos años, la Región Metropolitana ha sido testigo de un marcado incremento en la venta de parcelas. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), este aumento ha oscilado entre el 200% y el 300%, evidenciando un cambio significativo en las preferencias de los habitantes de la capital.
Este fenómeno ha sido impulsado por la irrupción de la pandemia y el auge del teletrabajo, que han motivado a muchas personas a reconsiderar su estilo de vida y buscar alternativas fuera del entorno urbano. En este contexto, zonas como Peñaflor, El Monte, Talagante e Isla de Maipo han sido especialmente solicitadas durante el último año, mientras que, en el norponiente, en comunas como Lampa y Colina, la venta de parcelas ha experimentado un declive.
Para Antonio Iturrate, socio y director de Property Partners, esta tendencia se justifica por los elevados costos de las viviendas tradicionales en Santiago. «Un departamento de 100 metros cuadrados en el centro de la ciudad puede ser mucho más costoso que una parcela en las afueras, donde los precios varían entre 1.000 y 5.000 UF, con una plusvalía siempre en alza», explica.
Además, la posibilidad de construir una casa más espaciosa y contar con un mayor contacto con la naturaleza ha sido un factor determinante para muchos compradores. Así, pueden disfrutar de un entorno más tranquilo y alejado del bullicio citadino, teniendo la libertad de diseñar su propio hogar a su medida.
En definitiva, la venta de parcelas en la Región Metropolitana ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años, reflejando la búsqueda de una mejor calidad de vida por parte de los habitantes de la capital. Con precios más accesibles y la oportunidad de construir viviendas más amplias, las parcelas de agrado se presentan como una opción atractiva para aquellos que desean escapar del estrés urbano y conectar con la naturaleza.
Además, se ha observado una creciente tendencia de los chilenos a adquirir parcelas de agrado, destinadas al uso residencial o recreativo. Muchos descubren que, por un costo considerablemente menor al de una vivienda convencional, tienen la oportunidad de comprar su propio terreno y construir una casa hasta 10 veces más espaciosa, lo que les brinda la posibilidad de disfrutar de un entorno con aire puro y la opción de contar con un extenso jardín.
Este incremento se debe en parte a la creciente demanda de espacios más amplios y naturales, así como a la posibilidad de alejarse del bullicio de la ciudad sin tener que ir muy lejos. La Región Metropolitana ofrece una variedad de opciones, desde terrenos en la cordillera hasta parcelas cercanas a ríos y lagunas, lo que atrae a un público diverso en búsqueda de tranquilidad y contacto con la naturaleza.
En cuanto a las regiones de la Araucanía y Lagos, han experimentado un crecimiento exponencial. Ciudades como Puerto Varas, Villarrica y Llanquihue han sido especialmente demandadas, con la mayoría de las compras destinadas a primera vivienda. El precio varía según la infraestructura de la ciudad y sus atractivos turísticos. En cuanto a las segundas viviendas como inversión, se estima un retorno estable, especialmente en zonas turísticas, alcanzando entre un 20% y un 30%
